Un seguro o una póliza es un instrumento financiero diseñado para minimizar el impacto económico que puedan sufrir las personas como consecuencia de la ocurrencia de un suceso inesperado que pueda poner en peligro su vida o sus bienes.
Las personas, las empresas y el Estado se pueden ver afectados por diversos riesgos, dependiendo de su actividad o ubicación.
Ante la ocurrencia de un riesgo, quienes han adquirido un seguro pueden reponerse rápidamente, sin afectar su calidad de vida o la continuidad de sus negocios.
Existen seguros para la protección de las personas y los bienes materiales, así como para la responsabilidad que se derive de las actividades que hacemos en nuestra vida personal o profesional.
¿Cómo funcionan los seguros?
Las personas que adquieren seguros comparten sus riesgos en un gran fondo común para que estos sean administrados por agentes expertos, las aseguradoras, quienes compensan a los beneficiarios del seguro por los eventos que ocurran y estén amparados, entre ellos los desastres naturales, las enfermedades, la muerte o el desempleo.
¿Qué características debe tener un riesgo para que se pueda asegurar?
Es conocido por todos que lo único cierto en la vida es la muerte. Aun así, desconocemos cuándo vaya a ocurrir tal evento. Por lo tanto, la muerte sí se puede asegurar y es el único hecho cierto que la legislación colombiana permite asegurar.
¿Qué clases de seguros existen?
Existen muchos seguros para cubrir las diferentes necesidades de protección. En términos generales, se clasifican en dos grandes grupos: seguros de daños y seguros de personas. Los seguros de daños se clasifican en seguros de propiedad y seguros patrimoniales, según la protección que estén brindando. Los seguros de propiedad amparan los bienes muebles o inmuebles, como las casas y lo que hay dentro de ellas, y los seguros patrimoniales protegen contra los posibles daños al patrimonio económico, por ejemplo, cuando se debe incurrir en gastos para responder a otros por las consecuencias de un accidente. Los seguros de personas amparan la vida, la integridad y la salud de los individuos.
En la actualidad, los seguros también protegen a los trabajadores como parte del sistema de seguridad social. Existe protección para la salud, la incapacidad laboral o la pensión de los aportantes y sus familias.
¿Cómo nos ayudan los seguros?
Los seguros nos ayudan a cumplir los sueños o metas que nos tracemos porque nos brindan protección frente a los riesgos a los que estamos expuestos y que pueden afectar nuestra seguridad, nuestra salud o el patrimonio que hemos construido con los años.
Los seguros protegen a la persona, familia o empresa asegurada al dar estabilidad a sus gastos ordinarios; esto sucede porque al transferir los riesgos a la aseguradora ya no es necesario utilizar los ahorros o acudir a préstamos para cubrir las posibles pérdidas.
Por ejemplo, la persona que contrata un seguro de incendio para su hogar o empresa tiene la tranquilidad de saber que no tendrá que usar sus ahorros o endeudarse para recuperarse de los daños que pueda causar un incendio.
Por ejemplo: Antonio, el panadero, está ahorrando para un viaje familiar, ¿qué pasaría si su local se incendia y no tiene seguro? Las llamas consumirían los hornos, los insumos de producción y el mobiliario con el que atiende a la clientela. Antonio tendrá que usar sus ahorros para volver a empezar el negocio, pero ¿es suficiente ese dinero? Con un seguro, esa no es una preocupación, porque la aseguradora pagará por los daños que cause el incendio y Antonio podrá mantener su ahorro para cumplir sus metas.